domingo, 26 de mayo de 2013

FRACASO vs RESULTADOS

El escritor Anthony Robbins en su libro “Poder sin Límites” describe la siguiente historia sobre un hombre que:
-          Fracaso en los negocios a los 31 años
-          Fue derrotado a los 32 como candidato para unas legislativas.
-          Volvió a fracasar en los negocios a los 34 años.
-          Sufrió un colapso nervioso a los 36 años.
-          Perdió las elecciones a los 38 años.
-          No consiguió ser elegido congresista los 43.
-          No consiguió ser elegido congresista a los 46.
-          No consiguió ser elegido senador a los 55.
-          A los 56 fracasó en su intento de ser vicepresidente.
-          De nuevo fue derrotado y no salió senador a los 58 años…….

-          Fue elegido presidente de los Estados Unidos a los 60 años.
Ese hombre era Abraham Lincoln.

La pregunta es la siguiente: ¿Habría llegado a ser presidente si hubiera considerado sus derrotas como fracasos?.
Obviamente no considero sus derrotas como fracasos, sino interpreto sus resultados.
Resultados obtenidos como consecuencia de  determinadas acciones y decisiones tomadas en las que no se logró lo que se deseaba y ante ello, una reacción simple: buscar una nueva manera de hacer las cosas.
Lo que le llevo, con toda seguridad, a actuar de forma diferente: a definir  o modificar estas acciones, a transformar los errores en experiencia, resumiendo: conseguir y obtener nuevos resultados con los que  alcanzar con éxito su objetivo.
Por ello “Fracasar” no debe considerarse como una emoción negativa, pues hacerlo así produce un bloqueo, que afecta a la confianza, a la voluntad, al estado de ánimo; cuya consecuencia, ciertamente se concretará en el abandono.
No se debe tener miedo al “Fracaso”, se le debería considerar como parte de la cadena del camino hacía el éxito y  entenderse de esta manera, como parte de un proceso.
Se podría llegar a decir que el fracaso no existe, pero si existen los resultados, con toda seguridad e inicialmente, no los adecuados o los esperados y probablemente erróneos, pero que nadie lo dude: siempre obtenidos por haberse intentando.
Mientras una persona continúe intentándolo, no habrá fracasado, pero si obtendrá  resultados.
“En realidad tan solo fracasan quienes no lo intentan”. Autor desconocido

En más de una ocasión, una idea, no se pone en marcha por miedo a un posible fracaso, por miedo a los resultados obtenidos cuya interpretación errónea de los mismos puede llegar a  condicionar, con toda seguridad, el abandono del proyecto.
El fracaso está en la mente de cada persona, por el desenlace de las diferentes acciones realizadas.
Pero que no se cumplan las expectativas o que se cometa “un error de cálculo”, no es fracasar. Se puede equivocar en la dimensión, en la definición de la acción y por ello obtener un resultado erróneo, pero cometer un error, no es  fracasar. Y de los errores se aprende.
Como de estos errores y adversidades aprendieron y supieron interpretar los RESULTADOS de sus acciones, las siguientes personas entre otras muchas más, que  conceptuaron su FRACASO como algo pasajero, por no temer intentarlo de nuevo las veces que hiciera falta hasta conseguir su objetivo, aceptando la responsabilidad personal de su “fracaso exitoso”:
-          El coronel Sanders, le negaron 100 veces el crédito necesario para lanzar Kentucky Fried Chicken.

-          La primera compañía de Bill Gates, Traf-O-Data, tenía un producto que no funcionaba.

-          Akio Morita, inició Sony con una  vaporeta que dejaba crudo el arroz.

-          Los dibujos de Charles Schulz, fueron rechazados del anuario de su preparatoria por feos. Luego crearía Peanuts y Charlie Brown.

-          Después de su primera audición, un crítico le dijo a Sidney Poitier que “dejara de hacerle perder tiempo a la gente y se convirtiera en lavaplatos”.

-          Decca Records, decidió no firmar a The Beatles porque no tenían “un sonido que fuera hacerse popular y no tenían futuro en el mundo de los espectáculos”.

-          Winston, fue derrotado posteriormente en todas las elecciones para un cargo público hasta que se convirtió en Primer Ministro, a la edad de 62 años.

-          Sigmund Freud, fue abucheado cuando se presentó por primera vez sus ideas a la comunidad científica de Europa.

-          Charlie Chaplin, fue inicialmente rechazado por Hollywood.

-          Un profesor le dijo a Enrique Caruso que no tenía voz.

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