martes, 26 de noviembre de 2013

INTRAEMPRENDEDOR


Figura considerara como componente estratégico para las empresas y organizaciones.

Empleados con un marcado perfil innovador. Comprometidos e implicados con los objetivos
.
Que dan lo mejor de si mismos, cuyos proyectos van a ayudar a impulsar el cambio y reportar beneficios económicos.

Profesionales que explotan su talento, su potencial e innovan con el apoyo de sus organizaciones.

Todo lo expuesto es un lujo que una empresa no debe perder.

Por ello, desde el área de Soluciones Corporativas de la Universitat de Barcelona, consideramos que los intraemprendedores son una fuente estratégica de creación de valor para las organizaciones, porque son ese tipo de personas que provocan que las cosas pasen: agentes de cambio.

Motivo por el que hemos querido contribuir con nuestro Programa Intraemprendizaje Corporativo.

Os adjunto link con el artículo que hemos publicado en la revista Equipos y Talento, en el describimos, nuestra Apuesta por la Intraemprendeduria.

Espero que sea de vuestro interés.


domingo, 26 de mayo de 2013

FRACASO vs RESULTADOS

El escritor Anthony Robbins en su libro “Poder sin Límites” describe la siguiente historia sobre un hombre que:
-          Fracaso en los negocios a los 31 años
-          Fue derrotado a los 32 como candidato para unas legislativas.
-          Volvió a fracasar en los negocios a los 34 años.
-          Sufrió un colapso nervioso a los 36 años.
-          Perdió las elecciones a los 38 años.
-          No consiguió ser elegido congresista los 43.
-          No consiguió ser elegido congresista a los 46.
-          No consiguió ser elegido senador a los 55.
-          A los 56 fracasó en su intento de ser vicepresidente.
-          De nuevo fue derrotado y no salió senador a los 58 años…….

-          Fue elegido presidente de los Estados Unidos a los 60 años.
Ese hombre era Abraham Lincoln.

La pregunta es la siguiente: ¿Habría llegado a ser presidente si hubiera considerado sus derrotas como fracasos?.
Obviamente no considero sus derrotas como fracasos, sino interpreto sus resultados.
Resultados obtenidos como consecuencia de  determinadas acciones y decisiones tomadas en las que no se logró lo que se deseaba y ante ello, una reacción simple: buscar una nueva manera de hacer las cosas.
Lo que le llevo, con toda seguridad, a actuar de forma diferente: a definir  o modificar estas acciones, a transformar los errores en experiencia, resumiendo: conseguir y obtener nuevos resultados con los que  alcanzar con éxito su objetivo.
Por ello “Fracasar” no debe considerarse como una emoción negativa, pues hacerlo así produce un bloqueo, que afecta a la confianza, a la voluntad, al estado de ánimo; cuya consecuencia, ciertamente se concretará en el abandono.
No se debe tener miedo al “Fracaso”, se le debería considerar como parte de la cadena del camino hacía el éxito y  entenderse de esta manera, como parte de un proceso.
Se podría llegar a decir que el fracaso no existe, pero si existen los resultados, con toda seguridad e inicialmente, no los adecuados o los esperados y probablemente erróneos, pero que nadie lo dude: siempre obtenidos por haberse intentando.
Mientras una persona continúe intentándolo, no habrá fracasado, pero si obtendrá  resultados.
“En realidad tan solo fracasan quienes no lo intentan”. Autor desconocido

En más de una ocasión, una idea, no se pone en marcha por miedo a un posible fracaso, por miedo a los resultados obtenidos cuya interpretación errónea de los mismos puede llegar a  condicionar, con toda seguridad, el abandono del proyecto.
El fracaso está en la mente de cada persona, por el desenlace de las diferentes acciones realizadas.
Pero que no se cumplan las expectativas o que se cometa “un error de cálculo”, no es fracasar. Se puede equivocar en la dimensión, en la definición de la acción y por ello obtener un resultado erróneo, pero cometer un error, no es  fracasar. Y de los errores se aprende.
Como de estos errores y adversidades aprendieron y supieron interpretar los RESULTADOS de sus acciones, las siguientes personas entre otras muchas más, que  conceptuaron su FRACASO como algo pasajero, por no temer intentarlo de nuevo las veces que hiciera falta hasta conseguir su objetivo, aceptando la responsabilidad personal de su “fracaso exitoso”:
-          El coronel Sanders, le negaron 100 veces el crédito necesario para lanzar Kentucky Fried Chicken.

-          La primera compañía de Bill Gates, Traf-O-Data, tenía un producto que no funcionaba.

-          Akio Morita, inició Sony con una  vaporeta que dejaba crudo el arroz.

-          Los dibujos de Charles Schulz, fueron rechazados del anuario de su preparatoria por feos. Luego crearía Peanuts y Charlie Brown.

-          Después de su primera audición, un crítico le dijo a Sidney Poitier que “dejara de hacerle perder tiempo a la gente y se convirtiera en lavaplatos”.

-          Decca Records, decidió no firmar a The Beatles porque no tenían “un sonido que fuera hacerse popular y no tenían futuro en el mundo de los espectáculos”.

-          Winston, fue derrotado posteriormente en todas las elecciones para un cargo público hasta que se convirtió en Primer Ministro, a la edad de 62 años.

-          Sigmund Freud, fue abucheado cuando se presentó por primera vez sus ideas a la comunidad científica de Europa.

-          Charlie Chaplin, fue inicialmente rechazado por Hollywood.

-          Un profesor le dijo a Enrique Caruso que no tenía voz.

…… / ……

domingo, 19 de mayo de 2013

EL LIDERAZGO EMPIEZA POR UNO MISMO


 “Cuando la lucha de un hombre comienza dentro de sí, ese hombre vale algo”. (Browin)


Pregunta realizada en una entrevista a Amancio Ortega fundador del Grupo Inditex:
“¿Tienes miedo a la crisis?”.

"No, porque el miedo te paraliza y lo importante es ver las oportunidades que existen”.
Se acababa de abrir la tienda nº 4.000 en Tokio (Japón), con un ritmo aproximado de apertura: una tienda por semana. (Entrevista de Covadonga O’Shea).

Todos somos conscientes de que un emprendedor ha creado y desarrollado su empresa desde la nada.
Si le preguntásemos cuales han sido las condiciones imprescindibles que les han permitido crear su Proyecto, seguramente sus aptitudes técnicas (conocimientos) han formado parte de un segundo plano.
La gran mayoría destacaría que, crear y desarrollar su negocio, ha sido consecuencia de valores y actitudes tales como: su pasión, su entusiasmo, su constancia, su capacidad para superar adversidades y su capacidad para generar confianza y compromiso, tanto personal como en sus colaboradores.
Resumiendo, conceptos en los que se describe un alto componente emocional:

EL AUTOLIDERAZGO (el arte de ser uno mismo): un proceso de desarrollo personal que ha destacado por sus valores y por el desarrollo de las competencias y las habilidades necesarias para poder obtener y alcanzar el éxito  de su proyecto.
En el que han descubierto y potenciado sus fortalezas y donde también se han identificado sus debilidades, con el objetivo de cambiarlas.
Consecuencia de una eficiente comunicación interna consigo mismo que le ha permitido sacar lo mejor de sí y de ser capaz de tomar las decisiones (únicas y personales) para generar las acciones con las que: afrontar la incertidumbre y asumir las dificultades, en las peores circunstancias posibles.
Comunicación interna en la ha sido esencial su capacidad para la gestión de las emociones (Inteligencia Emocional) y el buen uso de la PNL (Programación Neurolingüística).
Comunicación  imprescindible  para obtener generar  la  motivación personal, la que sale de  uno mismo y que se origina desde la mente,  desde el corazón. Lo que se puede  definir como  Motivación Intrínseca.
Motivación con la que han sido capaces de alcanzar esa visión personal necesaria para creer en uno mismo, en sus ideas y para  implicar a los demás, en el proyecto que ha comenzado.
Motivación personal que en su caso (emprendedores) y desde mi punto de vista tiene mucho valor, muy diferente al resto de motivaciones, por sus principios y sus particularidades.
Ya que para ser un emprendedor uno de los requisitos imprescindibles es estar altamente motivado.

“Conócete, Acéptate, Supérate”. San Agustín.

miércoles, 8 de mayo de 2013

¿POR QUE A MI?


Todos somos conscientes de que vivimos tiempos de un elevado componente de complejidad e incertidumbre. Tiempos que han provocado una transformación de la sociedad y como consecuencia de ello, también, de sus valores.

Transformaciones que han afectado y afectan emocionalmente a las personas, que les influyen e impactan en su estado de ánimo, en su actitud, en definitiva, momentos en los que se tiene que tener la capacidad, más que nunca, de generar un cambio.

Un cambio de actitud muy similar al de personas que han pasado por un momento de salud difícil (accidente, enfermedad, etc.). Que han tenido la fortuna de  superarlo, de recuperarse y donde, con toda seguridad, han reorganizado sus prioridades.

Personas que ante una situación adversa han tenido que desarrollar actitudes, capacidades, habilidades con las que enfrentarse a este difícil momento con único  objetivo: ganar la batalla.

Momentos como el que yo viví en primera persona, hace ya siete años y que a día de hoy, he superado.

Por ello me he permitido adjuntar una pequeña reflexión que realice hace tiempo,  con la pretensión de describir  como afronte esta situación adversa e imprevisible y cuyas puntuales lecturas, en más de una ocasión, me han dado fuerza para poder asumir y enfrentarme con éxito, a estos entornos de complejidad e incertidumbre.



¿POR QUE A MI?.-


Siempre he tenido muy presente, una frase de la película Forrest Gump: “La vida es como una caja de bombones, nunca sabes lo que te va a tocar”.

Y es cierto, a lo largo de nuestra vida van apareciendo determinados acontecimientos, unos previsibles otros imprevisibles, de los que dependiendo de su contenido y características, estaremos o no capacitados para asumirlos de una forma u otra.

De entre los imprevisibles destacan las enfermedades y sobre todas ellas, una, definida de forma genérica como: “Enfermedad neoplásica con transformación de las células, que proliferan de manera anormal e incontrolada”, y a la que podemos añadir, para ayudar a identificarla: “Tumor maligno”. Ahora ya no hay duda: “CANCER”.

Palabra maldita y tabú, pero muy utilizada en nuestro mundo, sobre todo en el mediático,  para identificar todo aquello desagradable y despreciable: “La droga es el cáncer de nuestra sociedad”, “El terrorismo es un cáncer que debe erradicarse”, etc.

Ante lo anterior, si en nuestra vida se nos presentase un acontecimiento imprevisible como el descrito, ¿como reaccionaríamos y nos enfrentaríamos a ello?, ¿estaríamos preparados y capacitados para asumirlo?. Seguramente y en contadas ocasiones, por no decir escasas, no nos hemos llegado a plantear algo tan improbable, “a mí no me puede pasar”, “me encuentro perfectamente”, “yo me cuido mucho”.

Afortunadamente así es, salvo cuando no lo es y un día te ves obligado, prácticamente sin elección, a enfrentarte a este temido “acontecimiento”.

Y así fue, hace casi ya seis años, que recibí una “delicada e impactante noticia”, en mi caso un Linfoma No Hodgkin, que por su estado y extensión, me obligaba a detener de golpe y sin contemplaciones, toda mi actividad personal, profesional y social, para someterme in situ a un diagnostico y posterior tratamiento urgente, imprescindible y fundamental para poder tratar a este impertinente invitado, que sin permiso alguno, había tomado la decisión de instalarse en mi organismo. Resumiendo, mi vida había cambiado en un segundo.

¿Estás preparado para ello? Pues NO, como vas a estarlo ¿Quién lo está?, la situación de frenar en seco toda tu actividad y la incertidumbre de un futuro dudoso y poco esperanzador, da lugar a una reacción personal en la que difícilmente puedes mantener la calma, sobretodo en los primeros momentos y donde si se le añade algo tan primordial como: el impacto en tu familia y entorno, no hay por donde cogerlo.

¿Cómo se lo digo? A mí mujer, a mis hijos… Realmente es muy difícil ya que el sentido común y el raciocinio desaparecen y entran en juego las reacciones emocionales más caóticas y catastróficas tales como la sensación de que la vida se me está escapando de las manos.

Pero como dicen los jóvenes de hoy en día, en una de sus frases más características: “Esto es lo que hay” y ciertamente así es.

En este momento tienes solo hay dos caminos:

- Afrontarlo y luchar para salir adelante.
Desesperarte, hundirte, depresión, caos.

Donde pese a lo fácil que puede ser entrar en la segunda frase, tienes la obligación incuestionable, de asumir la primera. Porque nos guste o no el problema ya esta ahí  y no queda más remedio que enfrentarte a ello. No sólo por ti, sino por los que realmente te necesitan y aunque no lo parezca, son los que van a sufrir y los que esperan con fe y esperanza que no les abandones, que luches con todas tus fuerzas con el objetivo de salir victorioso de ello y donde se puede asegurar y demostrar, que desde el principio hasta el final, su apoyo es imprescindible, necesario y vital para  esta batalla.

Estaba claro, ó afrontaba con la actitud necesaria y suficiente la enfermedad ó sucumbía ante ella dándome por vencido, no asumiendo ningún tipo de responsabilidad sobre las consecuencias, tanto directas como indirectas, producto de mi abandono.

En mi caso opté por afrontarlo y es en este momento cuando se debe ser realista, donde el lamento y la autocompasión no existen y donde se deben desarrollar habilidades suficientes que permitan asumir esta contrariedad para evitar cualquier aproximación a estados depresivos. Yo me apoye en dos:

- Actitud Positiva.- Por la dificultades que irían apareciendo, debería evitar ideas pesimistas y conclusiones negativas.
- Confianza.- Pese a que mi salud estaba tocada, mi fortaleza demostraba que la reacción a los diferentes tratamientos y sus efectos secundarios, superaba expectativas  de recuperación. Ganaba de momento la batalla.

Evidentemente esto no iba a ser fácil, ni para mí ni para mi familia. No solamente por mantener el equilibrio psíquico, sino porque físicamente se iba a producir un deterioro: falta de peso, caída de cabello, aspecto general, etc., y esto obligaba a enfrentarse a reacciones y curiosidades de la gente, que pese a ello lo consideré lógico y no podía juzgarlo. Pero en mi caso lo tenía asumido: era un cambio temporal.

Todo lo que antes era importante y trascendental, ahora ya no lo era. Debía apreciar detalles, momentos, valores, antes insignificantes. Analizar lo bueno que me rodeaba y aprovecharlo.

Apoyarme en mi fuerza de voluntad y en el soporte recibido en primera persona por mi mujer, que nunca se separó de mi lado en los momentos más difíciles y que siempre ha estado junto a mí. En mis hijos, que a medida que iba superando etapas, su ilusión y esperanza crecía de forma significativa. En mi entorno, familia, amistades, escuela, trabajo, cuyas reacciones y acciones fueron un apoyo digno de mencionar y destacar.

Todo lo anterior es lo que dio lugar una reacción que me permitió nunca darme por vencido y cuyo objetivo, de aferrarme a la vida, a día de hoy ha sido alcanzado logrando que mi impertinente “linfoma”, de momento, haya entrado en remisión.

Por ello mi grado de satisfacción por lo conseguido, me ha permitido que describa esta experiencia como algo muy positivo, donde conceptos tales como la confianza, la seguridad en mi mismo, la autoestima y la importancia de los pequeños detalles, han aumentado espectacularmente.             .

Y donde la percepción que tengo de la vida, se resume en la siguiente frase:

“LA VIDA DEPENDE DE LA INTESIDAD CON QUE SE VIVE, NO DE SU EXTENSION”.(Emil Ludwing).


miércoles, 1 de mayo de 2013

ASI DE FACIL, ASI DE SENCILLO.-


El doctor Gregorio Marañón predijo en un artículo algo que luego se demostró científicamente: si alguien se esfuerza por cambiar su expresión facial, por ejemplo, con una sonrisa, el estímulo llega al cerebro y esto hace que se modifique también el estado de ánimo.

Esta acción tan simple (una sonrisa) es capaz de generar un impacto positivo que puede llegar a modificar el estado de ánimo de una persona.

Así de fácil y así de sencillo.

La actual situación económica  ha dado lugar a nuevos entornos de complejidad e incertidumbre en los que conviven los mercados, las empresas y las personas.

De todos ellos, son las empresas, las que deben de ser muy conscientes de la necesidad de definición e implementación de determinados y concretos procesos de cambio.

Procesos que les permitan asumir con éxito la gestión de esta incertidumbre, y que deben estar identificados en su Capital Humano:

LAS PERSONAS, a las que todo esto les va afectar, influir y como     consecuencia de ello también a  la Organización, por su impacto directo en sus objetivos de crecimiento y  productividad.

Procesos en los que se deberá identificar el papel que van a  desempeñar todos y cada uno de los componentes de la organización, cuál va a ser su aportación y por supuesto su impacto en los resultados.

Procesos que se van a caracterizar por una eficiente comunicación de objetivo obtener de las personas, el nivel de compromiso,  motivación e implicación, necesarios para asumir con éxito, estos procesos de cambio y transformación. Comunicación en la que debe predominar la Transmisión de Confianza y el Optimismo.

Pero para todo lo anterior va a ser fundamental la Actitud de las personas, su predisposición y sus decisiones personales, con las que producirán las acciones con las que van adaptarse a estos procesos de cambio de una forma activa.

Actitudes condicionadas por el estado de ánimo y la confianza en uno mismo y que van a tener una influencia directa en la toma de dichas decisiones.

Estados de ánimo que, con toda seguridad y como ya está comprobado, se van a  transmitir y contagiar.

Decisiones en las que deberán evaluar lo positivo, lo negativo. De sobra es conocido que en muchas ocasiones, cuando nos comunicamos, se suele  hablar más de lo negativo que de lo positivo, por ello muy probablemente predomine una  actitud con tendencia pesimista, se verán más las amenazas  que las oportunidades.

Motivo por el cual se debe, en la medida de lo posible, alcanzar, desarrollar un estado de ánimo optimista, con el objetivo de tener la capacidad de evaluar, tanto lo positivo como lo negativo. Ser conscientes y estar en disposición de descubrir lo mejor de cada alternativa.

Optimismo con el ser capaces enfrentarse a un complicado presente y un futuro incierto, con el entusiasmo y la confianza (en uno mismo) imprescindibles para hacer frente a esta situación de adversidad.

Porque está comprobado que las personas con estado de ánimo más optimista (aptitud positiva) superan mejor las adversidades, tienen mayor capacidad para encontrar una solución, mayor control en una determinada situación, tienen sentido del humor, etc.

Y todo  esto tiene sus beneficios para la organización: los estados de ánimo optimistas, provocan dan lugar a personas motivadas y comprometidas,  más productivas y creativas y esto tiene su impacto en los resultados.

"Todas las crisis encierran peligro y oportunidad. Con independencia de la peligrosidad de la situación, en el corazón de cada crisis se esconde una gran oportunidad. Abundantes beneficios esperan a quienes descubren el secreto de encontrar la oportunidad en la crisis." ANTIGUO PROVERBIO CHINO

domingo, 21 de abril de 2013

ESCUCHAR PARA HABLAR BIEN


Hace menos de un año que decidimos cuatro personas, que nos conocemos profesionalmente desde hace tiempo, poner en marcha una iniciativa de la que a día de hoy nos sentimos muy satisfechos por su evolución y resultados (más bien nuestro grado de satisfacción).

Se trata de reunirnos informalmente (a cenar) el último jueves  de cada mes en un restaurante que ya tenemos concertado y realizar, lo que podría denominarse en líneas generales, “una tertulia”.

Evidentemente cada uno se paga lo suyo, donde se suele incorporar algún que otro contertulio invitado por  los componentes del grupo, en total unos seis u ocho.

En ocasiones, y queremos en la medida de lo posible marcarlo como objetivo, hemos contado con la asistencia de alguna persona que destaca por su conocimiento en algún tema concreto que sea de interés común, al que se podría considerar un “experto” (evidentemente no hablo de EXPERTOS), con experiencia y conocimiento, que nos aporte, con el que poder cambiar puntos de vista, opiniones, etc.

El objetivo es debatir, aprender y preguntar, pero ante todo disfrutar y os puedo garantizar que lo conseguimos, ya que cada reunión es diferente y sobre todo nos ha generado algo importante: ilusión e interés. Cada jornada se marca como una cita ineludible a la que no se puede faltar (compromiso).

Independientemente a ello, por mi parte aprovechando estas jornadas y dado que a cada una de ellas se han ido incorporado al grupo, de manera puntual diferentes perfiles de personas, me he marcado como objetivo poder aprender, mejorar y observar una de las habilidades que más admiro:  la capacidad de saber ESCUCHAR”.
Daniel Goleman al que con toda seguridad todos conocemos por su gran obra “Inteligencia Emocional”, identifico el arte de saber escuchar como una de las principales habilidades de mayor nivel en esta aptitud: La Inteligencia Emocional.
En comunicación, Escuchar,  es a lo que más tiempo dedicamos y a lo que menos atención prestamos, quizá porque no sabemos o no queremos o no lo intentamos, pero como dijo Plutarco: “Para saber hablar es preciso saber Escuchar”.
Y eso no es fácil. Saber escuchar es una de las habilidades más difíciles de desarrollar y encontrar porque hay que ponerse en el lugar del otro y normalmente eso suele ser complicado, a todos nos gusta que nos escuchen,  ser actores protagonistas y el resto secundarios.
En la mayoría de las conversaciones que mantenemos y quizás influenciados por la vida que llevamos, la impaciencia, el día a día; cometemos un número significativo de errores que seguramente todos reconoceremos: mientras escuchamos, estamos pendientes de nuestros problemas, de cómo vamos a responder a la persona que está hablando e incluso nos precipitamos a opinar y en ocasiones interrumpir.
Se necesita coraje para pararse y hablar, pero mucho más para sentarse y escuchar” Winston Churchill.
Por ello, es imprescindible que si queremos realmente desarrollar y manejar esta importante habilidad, empezar por uno mismo, poniendo en práctica lo siguiente en toda acción de comunicación:
Dejar hablar / demostrar interés / no distraerse / empatía / paciencia / no interrumpir / reconocer / asentir / no criticar.
En mí caso y no solo en las tertulias que he comentado, tanto en mi vida profesional como personal, intento hacer todo lo posible por practicarlo, inicialmente de forma consciente-competente, esperando evolucione a inconsciente-competente.
Ya que Escuchar con atención, proyecta una imagen de Respeto y esto es fundamental en toda comunicación.
Por lo tanto, saber escuchar tiene grandes beneficios para la persona que escucha pero, sobre todo, también para quien habla: eleva su autoestima “se siente escuchado / comprendido”, identifica intereses y sentimientos, provoca claridad en la comunicación, etc.
En términos de liderazgo para Dirigir hay que saber Escuchar. Utilizar adecuadamente esta importante habilidad implica generación de confianza, fidelización, motivación, compromiso,…. Todo ello fundamental si pretendemos comunicar eficazmente, en los actuales entornos  de complejidad e incertidumbre.

“Quien controla una conversación, no es el que más habla, sino el que mejor
Escucha

lunes, 15 de abril de 2013

PRESUPUESTO DE FORMACION: INVERSION Y CENTRO DE BENEFICIO

Hace unos días leí un artículo de Ángel López, Director de People Excellence (Un cambio de página: del desarrollo individual a la transformación del profesional) en el que se hacía referencia a un estudio realizado el pasado año (2012) a diferentes responsables de empresas:

el 72% de los directivos de las 500 empresas consultadas consideraban necesario elevar el presupuesto de formación para ganar competitividad.

El 86% de los mismos había hecho justamente lo contrario, recortando esta partida debido a la crisis. En el año 2005 los gastos de formación suponían un 1,20% del total de los gastos de personal, en 2010 se habían situado en el 0,68%.

Es decir, nos estamos moviendo a niveles de hace 10 años. Sin cifras todavía no oficiales para 2012, el presupuesto destinado a formación y desarrollo podría caer entre un 20 y un 30% más según las últimas encuestas. (...)”

El actual entorno económico-empresarial, marcado por un alto grado de competitividad, ha obligado a las empresas a diferenciarse de sus competidores, a encontrar nuevos mercados, a un mayor grado de especialización, etc.

Donde la problemática y coyuntura económica / social ha provocado que personas, organizaciones e instituciones reflexionen de forma colectiva sobre cómo alcanzar y conseguir los objetivos definidos con los recursos de que disponen, hoy en día cada vez limitados.

Resumiendo, conseguir los objetivos fijados en sus planes estratégicos con el mínimo de recursos posibles; es decir, gestionar las organizaciones bajo el criterio de la máxima eficiencia (“más con menos con mayor o igual calidad”).

Donde la inversión en Formación y Desarrollo de los empleados es y debería ser considerada, por la mayor parte de los responsables de Gestión de Personas, como prioritaria para garantizar la consecución de las diferentes metas de la organización.

Por este motivo, y ante la efectiva o posible reducción de las inversiones en este ámbito, los departamentos de Desarrollo tienen un reto importante: organizar las herramientas, metodologías y recursos que tienen a su disposición adaptando los conocimientos y habilidades de sus empleados a las necesidades específicas del negocio a corto, medio y largo plazo.

De exigencia alinear la Formación con sus objetivos estratégicos con la pretensión de traducir su impacto, en términos de resultados de negocio.

Desafortunadamente y pese a esta realidad expuesta cumplimentada con los datos del estudio mencionados, a fecha de hoy,  las partidas presupuestarias, destinadas a la Formación y el Desarrollo, siguen siendo consideradas mayoriatarimente: centros de coste.

Por ello, los departamentos de Formación y Desarrollo, conscientes de su nueva función estratégica de contribución al negocio, deben evolucionar hacia lo que se podría definir como Agentes de Cambio, donde el presupuesto de Formación deje de ser considerado: gasto y centro de coste, y se convierta, en: Inversión y Centro de Beneficio.