domingo, 26 de enero de 2014

¿PUEDO CONTAR CONTIGO?


Hace ya unos cuantos años, dentro de una de las organizaciones en las que he formado parte,  se nos convocó a todos los responsables de las diferentes áreas, a una reunión de Comité de Dirección en la que se nos iba a presentar al nuevo Director General.
Recuerdo la típica sala de reuniones donde nos encontrábamos unas diez personas esperando conocer el nuevo rumbo de la nave y su nuevo capitán.
Sin entrar en detalles sobre la persona, recuerdo que de una forma concisa y estructurada definió y transmitió, su Visión y sus Objetivos a corto / medio plazo.
Hasta aquí, lo que ya se esperaba: nuevas directrices, objetivos, formas diferentes de hacer las cosas, etc..., en resumen, una reunión en la que se nos comunicaban nuevos cambios y retos.
Pero no fue así, al finalizar, se dirigió a cada uno nosotros y a todos, uno por uno, nos hizo las siguientes preguntas:

         - ¿Puedo contar contigo? / ¿Cómo lo vas a hacer?
Han pasado más de quince años y todavía recuerdo fielmente y con todo lujo de detalles aquella escena.

Con esta breve anécdota pretendo introducir una capacidad,  que considero relevante para la gestión de personas: el Generar compromiso.

Una herramienta fundamental e imprescindible para el liderazgo, ya que el Liderazgo se basa en el Compromiso.

Porque el compromiso, junto con la motivación, constituyen un aspecto primordial para el funcionamiento de cualquier organización.
Las personas se comprometen cuando saben que su contribución, su trabajo, es importante para el éxito de la empresa.

Pero también es cierto que muchas personas consideran que el compromiso no depende de ellos mismos, sino que es responsabilidad de la dirección.

Por ello, uno de los objetivos del liderazgo es conseguir que cada uno de los colaboradores, alcance su máximo potencial y se comprometa.

Para un directivo es imprescindible saber cómo generar y gestionar la implicación de sus colaboradores, que estos entiendan lo que se espera de ellos, su contribución y cual va a ser la consecuencia de sus logros en la organización.

El líder debe manejar eficazmente el generar compromiso, como por ejemplo,  la experiencia que he detallado, que  muestra cómo generar un compromiso inicial al colaborador,  mediante esas dos preguntas  precisas y concretas, que este directivo, realizó a todo los componentes del que iba a ser, inicialmente, su Equipo.

Preguntas que aseguraron una aceptación afirmativa a la primera ¿Puedo contar contigo? , y donde, las respuestas a la segunda pregunta, ¿Cómo lo vas  hacer?, manifestaron una idea, una propuesta.

Hecho que da lugar a  lo que se podría definir como segunda derivada de la pregunta, ¿Cómo lo vas  hacer? : Con otra pregunta fundamental, el Tú que propones.
Con toda seguridad la herramienta básica de motivación y delegación, que va a garantizar la implicación del colaborador, y con ello,  su compromiso, si SU propuesta o idea, fuera aceptada.

Debemos recordar que liderar, implica saber delegar de forma controlada y ser capaz de admitir otras ideas, sugerencias, formas diferentes de hacer las cosas.

Por ello, aunque parezca algo sencillo hacer la pregunta: Tú que propones, esta nos obliga a una preparación rigurosa:

  • Actitud positiva de comunicación
  • Mostrar interés. Respeto.
  • Escuchar proactivamente.
  • Ante una posible aceptación de la propuesta,  definir y concretar: objetivos, compromisos, acciones (Plan de Acción).
  • Capacidad para felicitar y reconocer la iniciativa del colaborador.

Porque como personas, nos comprometemos tanto a un nivel racional como afectivo, con  empresas, con el trabajo y con las personas.

De todos es conocido que el compromiso es primordial para conseguir los resultados y lograr el éxito de una organización.

Comprometerse significa rendimiento, productividad, no tenerlo en cuenta,  puede afectar directamente a la competitividad de la empresa, requisito  imprescindible para sobrevivir en estos mercados complejos y dinámicos, que exigen la máxima implicación de todos los empleados.

Y donde tampoco debe olvidarse la parte que le toca a la organización, que de manera recíproca, también debe demostrar su compromiso.


Si le hablas a un hombre en un lenguaje que entienda, lo que le digas irá a su cabeza.
                    Si le hablas en su propio idioma, irá al corazón (Nelson Mandela)